jueves, 31 de julio de 2008

La Exposición “El monte canario” en el Centro Cultural de Los Cristianos en Tenerife

El monte canario

El monte canario es una exposición del Programa de Medio Ambiente y Ciencia de la Fundación ”la Caixa”, presenta a los bosques como los ecosistemas terrestres con mayor biodiversidad del mundo. Son una reserva de biodiversidad terrestre: conservan el patrimonio genético de miles de millones de años de evolución.

En Canarias tenemos una superficie del 18 % de monte arbolado repartida en todas las islas excepto en Lanzarote y Fuerteventura. En el archipiélago están representados los disitintos estratos de vegetación de la región biogeográfica de la Macaronesia, con predominio de las coníferas (pinos canarios) sobre las frondosas (monteverde y laurisilva).

El monte canario Hasta el 02 de septiembre de 2008

Centro Cultural de Los Cristianos Arona Tenerife

~ por lolaperezg en 31 Julio 2008.


http://videoartencanarias.wordpress.com/

miércoles, 30 de julio de 2008

LOS JARDINES DE CASTRO Continuación







J.J. Williams






GERARDO FUENTES PÉREZ


Con toda seguridad, el promotor de estas tierras, el mercader portugués Hernando de Castro (comienzos del siglo XVI), que da nombre a la conocida Rambla y casas de su propiedad, no se hubiese imaginado que esta heredad sería objeto de admiración y de estudio. Sus descendientes, que gozaron de reconocido prestigio social, fueron los verdaderos artífices de los jardines. Unos jardines que, a pesar de los continuos reclamos por parte de científicos y estudiosos, no fueron los únicos de Los Realejos. Sin pretender ahondar en ello, debemos de reconocer el planteamiento, la belleza y la riqueza botánica del perteneciente a la hacienda de “Los Príncipes” (Realejo Bajo), que fue propiedad de los Adelantados de Canarias; fruto de los avatares históricos, aún este jardín parece esforzarse por no sucumbir a tanta adversidad, mostrando, al menos veladamente, la grandeza del pasado. Asimismo, los “jardines de Poggio”, que debido a su popularidad dieron origen al topónimo local “El Jardín”, entre “La Carrera” y “La Zamora”. Con un trazado más modesto, son los que rodean las haciendas de “El Socorro” y “La Torre”, de vegetación cuidada y diversa, en plena Rambla de Castro.
http://www.rinconesdelatlantico.com

ELEVADOR DE AGUAS DE LAGORDEJUELA










Se denomina arqueología industrial a una de las ramas más recientes de la arqueología, dedicada al estudio de los sitios, los métodos y la maquinaria utilizada por las distintas industrias. Como dice José Antonio Millán, “más allá del canto a los materiales o los análisis arquitectónicos, estas huellas del pasado nos narran una historia que no nos llega por otras vías: la de las fuerzas anónimas del capital y del trabajo interactuando entre sí y cambiando la faz de la tierra”. En nuestra isla tenemos algunos, no muchos, ejemplos de patrimonio industrial. Vamos a hablar de uno de los más significativos del pasado de Tenerife.

Hay un sendero en el norte de la isla que parte desde la Romántica II, en el barrio de Toscal-Longuera de Los Realejos, y bordea la costa acantilada hasta la Rambla de Castro. Se llama el Sendero del Agua y en un momento del recorrido llegamos a divisar un gran edificio en ruinas y una gran escalera que serpentea hasta la cima del acantilado. En el mismo lugar en el que se encuentra el edificio existió uno de los nacientes más importantes de la isla de Tenerife. Sabino Berthelot lo describió así: "Retumba un fragor que se suma al bullir de las olas; son las cascadas de Gordejuela, que se precipitan, en una sucesión de saltos, desde lo alto de la ladera para derramarse en transparentes cortinas de agua al pie del acantilado".

El dibujante J.J. Williams, que acompañó al sabio francés, nos dejó un grabado con el que podemos hacernos una idea de lo que fue, antes de desaparecer, este naciente. Observamos un torrente que surge del risco y que se abre en una gran catarata. Por encima de ella, aprecíamos un antiguo molino harinero cuya maquinaria movía la fuerza del agua.

En 1898, la empresa Hamilton & Co. -que todavía tiene presencia en nuestras islas- constituyó la Sociedad de Aguas de la Gordejuela, que tenía como objetivo la explotación de los manantiales. En 1902, la perspectiva de un crecimiento de los precios llevó a la empresa a comprar todas las acciones de la sociedad. A partir de esa fecha se edificó una estación con bombas a vapor para elevar unas diez mil pipas diarias -cuatro mil ochocientos metros cúbicos- hasta un embalse situado a doscientos setenta metros de altura, a través de una tubería de hierro de dos kilómetros de longitud. Para la distribución posterior por el Valle de La Orotava se construyó un acueducto de doce kilómetros.

Como podemos observar en una fotografía tomada cuando aún funcionaba el elevador de agua, éste estaba formado por dos unidades: la primera, aparte de un almacén y la casa de los medianeros, poseía otra casa, con una chimenea de 50 metros de altura, en la que se ubicaba la máquina de vapor, la primera de la isla, que generaba la energía suficiente para que funcionaran las bombas. El otro edificio, el más representativo del conjunto, fue en su momento uno de los mayores de Tenerife. Parece brotar del mismo acantilado; tiene cinco niveles y aunque su estado de conservación es precario, pues ha perdido la cubierta, todavía sigue alzándose frente al mar. Llaman la atención del visitante las escaleras que comunican ambas partes.

La obra, que fue proyectada y supervisada por el ingeniero militar José Galván Balaguer, fue calificada en su época de "obra de romanos". El coste total de la instalación superó el millón de pesetas de entonces, lo que colocó en delicada situación financiera a la empresa promotora. Además, las expectativas económicas variaron por la coyuntura internacional, lo que afectó al comercio frutero. Con objeto de garantizar una remuneración a la inversión, optaron por arrendarla en 1910 a Elder & Fyffes, para luego vendérsela en 1919. Los avances tecnológicos de años siguientes obligaron a cambiar el método de elevación, lo que hizo innecesario el complejo tal como había sido planteado y fue abandonado paulatinamente. En la actualidad se sigue extrayendo el agua mediante motores eléctricos.

En el año 2000 el gobierno de Canarias, en el Plan Especial de Protección Paisajística Ramblas de Castro, en el término municipal de Los Realejos, incluía favorecer la rehabilitación de la antigua estación de bombeo de La Gordejuela, para uso público. Para ello estableció una serie de directrices generales que deberían servir de pautas para la actuación tanto de particulares como de la Administración. Se planteaba que fuera destinado a realizar actividades relacionadas con los fines de protección de este espacio natural, pero sin modificar las características del edificio antes de su rehabilitación. Por último, se debería contemplar la restauración paisajística de la desembocadura del barranco y las zonas aledañas al edificio.

Sin embargo, han pasado los años y no parece que ninguna instancia pública se vaya a hacer cargo de devolver a la isla uno de los elementos más significativos de su pasado industrial y agrícola.
fuente: Melchor Padilla
http://www.loquepasaentenerife.com/

sábado, 26 de julio de 2008

Los Jardines de Castro

Comienzo de una caminata didactica inolvidable.Fotos de Santi y Victor.
El Grupo: Santi,Mauro,Victor,Alex,Guada, Ivan y Kiko.
El vértigo.
Elevador de Aguas de la Gordejuela.

GERARDO FUENTES PÉREZ
Cuando Hans Meyer, aquel explorador alemán que visitó Tenerife a finales del siglo XIX, se acercó a la Rambla de Castro quedó fascinado ante la variada y exuberante vegetación que se extendía a golpe mágico por todo el litoral de Este a Oeste. Y la misma fascinación envolvió al naturalista e historiador francés Sabin Berthelot (†1880), quien no dudó en compararla con los jardines de Armida, legendario personaje e inspirador de la ópera que lleva su nombre compuesta en 1777 por Glück. De igual manera, Jules Leclercq, otro científico francés que pudo disfrutar de este hermoso paraje, afirmó que la variedad de su flora era comparable a la que contempló en Río de Janeiro y que sus abundantes grutas -refiriéndose sobre todo a aquellas que se abren en los acantilados- le recordaban la isla de Calypso, célebre ninfa que retuvo a Ulises durante siete años prometiéndole la inmortalidad si se casaba con ella. Y no podemos olvidar los merecidos elogios que el profesor de Economía Política de la Universidad Complutense (Madrid), don Benigno Carballo Wangüemert, dejó en sus numerosos artículos. Uno de ellos, publicado en “Las Afortunadas” (1857), cali- fica la Rambla de Castro como “bellísimos jardines casi a la orilla del mar”. La misma opinión tuvieron otros tantos ilustres visitantes, viajeros y amantes de la naturaleza, como Adolph Coquet, arquitecto y escritor nacido en Lyon (1841), contratado para llevar a cabo el Hotel Taoro (Puerto de la Cruz). Una vez en su país natal publicó la conocida obra que lleva por título Une excursión aux Îles Canaries (1884) donde se recoge sus experiencias en la Rambla de Castro, que fue también observada y admirada por los artistas tanto locales como foráneos; recordar a Alfred Diston, J.J. Williams, Marianne North que, hospedada en la casa de Castro (1878), llevó al lienzo dos interesantes y sugestivas panorámicas del barranco y de sus jardines, hoy expuestos el Kew Garden (Londres); Olivia Stone, Elizabeth Murray, Florence Du Cane, o nuestro afamado fotógrafo Marcos Baeza.

Continuará.....
Fuente:http://www.rinconesdelatlantico.com/articulos.php?articulo=jardinesdecastro&mes=2&year=2004

jueves, 24 de julio de 2008

Locura colectiva en Arico a la caza del kilovatio fotovoltaico.


Locura colectiva en Arico a la caza del kilovatio fotovoltaico.

Frente al desastre general, verdadero atentado ecológico, que supone la instalación indiscriminada de paneles en suelo rústico sin tener en cuenta la orografía
Locura colectiva / Foro Ciudadano Contra la Incineración de Residuos.-

Más que la repentina fiebre ecológica de algunos lo que pareciera es que el tambor de una inmensa lavadora de importantes fortunas se ha puesto en marcha al abrigo de una disparatada subvención al kilovatio fotovoltaico que, sin control alguno y en manos de personajes de escasos escrúpulos hacia el entorno, probablemente no nos traiga otra cosa que desgracias.

Y ha sido el ITER de Ricardo Melchior (que nunca es malo recordar que simpre fue un fiel empleado de la Unelco), en el caso de Tenerife, el que no sólo dio el avisosinoel que metió palas mecánicas a gran escala en el entono de un monumento natural para llevar a cabo una gigantesca plataforma fotovoltaica en suelo público al objeto de que inversores de diferente pelaje se forren a costa de los impuestitos que pagamos todos. 'La mayor de Europa', decían éstos, y es probable que fuera cierto porque mientras en la mayor parte de Europa se usa la racionalidad, favoreciendo la implantación de placas solares a pequeña escala en techos o en instalaciones públicas, en Canarias hemos visto en esto de la subvención al kilovatio fotovoltaico no otra cosa que el pelotazo a costa de lo que sea, y cuanto más concentrado en manos de unos pocos, como siempre, mejor que mejor.

De ahí que en municipios como Arico más pareciera que se hubiera soltado el mismísimo Satanás que otra cosa, porque están aplanando lomas y barranqueras a marchas forzadas con maquinaria típica de explotaciones mineras a cielo abierto incluso en lugares que recibieron las generosas subvenciones no hace tantos años para plantar la viña que nos redimiría a todos, según los políticos y que, al poco tiempo, se ha venido a demostrar que las verdaderas intenciones no eran precisamente las de producir el líquido elemento que beben los curas recordando a la sangre que se dice Jesucristo derramó para redimirnos a todos de nuestros pecados. Lo que no quiere decir, ni mucho menos, que desde entonces hayan disminuido el número de pecadores, sino que es posible que se hayan incrementado exponencialmente sobre todo en lo que tiene que ver con la avaricia y el culto al becerro de oro que esta vez parece presentarse en forma de pequeñas células fotovoltaicas multiplicadas por decenas de miles sobre suelo rústico.

Y en fin, yo no lo sé, pero me extraña mucho -aunque realmente a mí ya no me extraña absolutamente nada- que cuando el gobierno socialista decidió que de nuestros impuestitos saliera una cantidad que supone multiplicar por cinco el coste del kilovatio para favorecer, supuestamente, a las energías limpias, no pensaron en que fuera posible que unos cuantos listos se fueran a quedar con toda la parte del fabuloso pastel al precio que fuera y a costa de arrasar territorio indiscriminadamente. Quiero pensar, más bien, que la idea era que se aprovecharan, a mucho menor escala, de manera más repartida y sin este acaparamiento descomunal, los techos de instalaciones públicas, de naves industriales y pequeñas zonas poco productivas y demás pero sin dar lugar a desmontes descomunales que están transformando por completo la fisonomía del terreno en algunas zonas.

Es más, si el ITER en lugar de esos paneles sobre soporte estático se hubiesen ido a una cosita más moderna, que ya en Arico hay algo de eso pese a todo, como un sistema que permita el seguimiento de la radiación solar estaríamos hablando de unos rendimientos de casi un 40% más y en el cual no hubiera sido necesario el tremendo destrozo ecológico de especies, incluso protegidas, que estos bestias llevaron a cabo sin reparos de ningún tipo junto a un gigantesco polígono industrial donde ninguna de las naves, incluidas las del propio ITER, ha sido diseñada para ubicar paneles fotovoltaicos. Es más, el Cabildo ha patrocinado recientemente una hilera de naves industriales junto a la autopista en el polígono industrial de Güímar con unos bonitos techos ondulados que impiden completamente la instalación futura de estos paneles.

¿En qué cabeza cabe, por ejemplo, que fondos de inversión americanos hayan desembarcado en el negocio fotovoltaico español para que nuestros impuestitos crucen definitivamente el Atlántico mientras nosotros cobramos una miseria por arrendar el suelo? ¿Pero es que en este país ha desaparecido definitivamente la cordura o qué coño es esto? ¿Y qué me dicen del personaje que tranca las perritas de impuestos no pagados de la RIC e invierte en fotovoltaica para que después, de los impuestitos que sí tenemos que pagar religiosamente todos los currantes, se les subvenciones generosamente el kilovatio fotovoltaico en donde lo único que tiene que hacer es poner el saco para que le caiga el dinero? Que ese fue el llamamiento que hizo el Cabildo para conseguir las perras para la barbaridad ambiental que construyó el ITER en Granadilla, y lógicamente compraron placas como locos hasta algunos alcaldes, según tengo entendido, aunque nadie sabe de dónde coño sacaron esos individuos tanto dinero.

Pero la principal coña de esta historia es que cualquier persona corriente, que disponga de unas perritas y de un techo o pequeño terreno adecuado para incorporarse modestamente a esta historia y obtener un pequeño complemento de renta aprovechando las ayudas que salen de los impuestos de todos, se encuentra con una muralla casi infranqueable de trámites administrativos que hacen desistir al más pintando. Sin embarco, como por arte de birli birloque, los potentados o las multinacionales consiguen unas velocidades en las tramitaciones de papeles, antes de que peligre la jugosa subvención, desconocidas en administración española alguna jamás. Equipos completos de técnicos de algunas grandes empresas del sector han desembarcado en determinados ayuntamientos tomándolos casi al asalto para 'agilizar' trámites, y documentación que en ocasiones tarda meses (desde luego para cualquier simple mortal es así) éstos lo han resuelto en cuestión casi de horas, que a mí no me pregunten cómo porque muchas veces no hay nada mejor que la ignorancia total de los hechos. Que otro día de éstos, ya tengo el reportaje fotográfico, les voy a contar lo que está pasando en La Palma con esta historia donde un alemán espavilado está montando, junto con el Cabildo, un numerito sobre no sé qué de 'La Palma 100% renovable' donde algunos chiflados han llegado a decir públicamente que la Unelco tiene previsto vender los motores de la central eléctrica, esa cafetera, a algún país sudamericano porque no van a hacer falta en un futuro más o menos próximo. Y lo peor del caso es que algún incauto se lo ha creído mientras otros cuantos, los más listos, están acaparando el negocio fotovoltaico llegando a hablar, incluso, de gigantescas plantas de 10 megavatios para una isla como esa. Vamos, la chifladura total, claro que eso siempre y cuando se mantengan los asombrosos niveles de subvención para estos descomunales proyectos, de lo contrario ni ecología, ni renovables ni leches.

Si desea ampliar la información y acceder a los enlaces e imágenes que acompañan a este artículo, toda la información se encuentra disponible haciendo clic aquí.


http://canariasinsurgente.typepad.com/almacen/2008/07/locura-colectiv.html

sábado, 19 de julio de 2008


ECOLOGÍA | “INVENTO” EN NAMIBIA
Pescar agua de la bruma

Atrapar el agua de la niebla es algo que hacen infinidad de plantas e insectos. Sin embargo, para el ser humano era hasta hace pocos años una quimera. Gracias a unas tupidas redes especiales, baratas de mantener y sencillas de instalar, la tribu de los “topnaar”, que habita el desierto de Namibia, sobrevive. Este ingenioso mecanismo, creado por Carlos Alberto Espinosa, que posteriormente donó la patente a la Unesco, también funciona con éxito en el desierto de Atacama, en Chile. La propuesta se extiende por el mundo y ya ha llegado hasta las Islas Canarias.








Una vida tranquila. Imagen de Soutriver, la aldea donde viven los “topnaar”.


El ejemplo animal. El top tokee, un coleóptero del desierto, vive del agua que consigue atrapar en los días de niebla.


El hombre blanco. Joh Henschel, director de la Fundación Namibia de Investigación del Desierto, en medio de la zona de redes


Fácil mantenimiento. Cualquiera puede reparar una avería.


Almacenando el tesoro. El agua recogida se deposita en unos aljibes.


Viejos depósitos. Fueron construidos cuando el antiguo río llevaba agua.

por Juan Carlos de la Cal fotografías de Jean-Claude Coutasse


Atrapar la niebla y convertirla en agua es como atrapar un sueño y convertirlo en vida. Y si ambas cosas se consiguen en medio de un desierto, donde la existencia orgánica parece más un capricho de la naturaleza que una consecuencia lógica de la evolución, la fórmula es mágica. En siete países ya lo han conseguido –Chile, Perú, Ecuador, Cabo Verde, el sultanato de Omán, Namibia y España– y otros 47 lugares del planeta esperan poder hacerlo dentro de no mucho tiempo.

Todos tienen en común estar situados en zonas extremadamente áridas, cercanas a un océano atravesado por una corriente fría, que genera un viento fuerte y húmedo que favorece la aparición de una densa neblina sobre la costa.

Uno de estos espacios es el desierto más antiguo del mundo: el del Namib –80 millones de años y 23.000 km2 de superficie–, en plena África austral, bañado por las aguas del Atlántico y que da nombre al país que pasó a la Historia por ser la última colonia de este continente: Namibia. En un punto perdido en el mapa, no muy lejos de la frontera con Sudáfrica, vive la tribu de los topnaar, en una aldea llamada Soutriver. La denominación de aldea puede resultar incluso generosa: apenas una decena de casas levantadas con corteza de madera y viejas uralitas, entre la arena y las piedras, donde vive el medio centenar de miembros de esta tribu.

La lógica dice que la mayoría de ellos tendría que haber emigrado hace tiempo ante la escasez de agua potable de la zona. Y, sin embargo, viven inmersos en ella. ¿En pleno desierto? Sí, desde que se pone el sol, una espesa niebla surge del mar y envuelve las dunas que rodean el lecho seco del río Kuiseb, donde los topnaar tienen unos paupérrimos corrales para guardar sus cabras y almacenar las semillas de nara, una especie de melones nativos de esta región y que después venden en los mercadillos locales. Esta niebla se produce cuando el aire cálido del desierto entra en contacto con la corriente gélida del Atlántico –denominada Benguela y procedente del Polo Sur–, lo que provoca que la humedad se condense formando una inmensa nube. Es un fenómeno sorprendente y más propio de un paisaje londinense que de un desierto africano.

Los topnaar se quedaron sorprendidos, casi alucinados más bien, cuando hace unos años un grupo de científicos canadienses, guiado por Joh Henschel, director de la Fundación Namibia de Investigación del Desierto, se presentó en el enclave cargado con sofisticados aparatos para medir la densidad de la niebla que les envolvía todas las mañanas desde que se instalaron en este territorio hace más de un siglo.

Tras unas semanas de comprobaciones, los científicos propusieron a los miembros de la tribu “una solución eficaz, económica y de fácil mantenimiento para acabar con el endémico problema de la sequía”. Evidentemente, los topnaar dejaron hacer a los hombres blancos y en los días siguientes contemplaron cómo éstos convertían el milagro en una realidad instalada sobre su sedienta tierra: unas redes de malla muy fina (entre la trama apenas cabe la punta de un lapicero), tendidas y tensadas sobre dos postes y conectadas a un pequeño tubo, encargado de conducir el precioso líquido a un bidón de plástico. Cuando después de la primera noche comprobaron que cada red –de un metro cuadrado aproximadamente– les había proporcionado una media de tres litros de agua (la más pura que jamás habían bebido), pensaron una vez más que, a pesar de todo, sus colonizadores blancos seguían teniendo buenos contactos con la magia de sus dioses.

“Cuando Namibia se independizó hace 10 años, una de las primeras medidas del Gobierno fue apostar por este tipo de tecnología sencilla para solucionar la escasez de agua. Después de aquel experimento, cambiamos las redes pequeñas por otras de grandes dimensiones –hasta 48 m2–, que han llegado a producir 200 litros cada noche. Dado que tenemos como media 120 mañanas de niebla al año, bastaría para satisfacer el consumo de agua de la población. De esta forma, además de luchar contra la desertización, evitamos que los topnaar tengan que emigrar a las ciudades”, asegura Henschel.



EL ORIGEN. Aunque los resultados de las redes atrapanieblas son recientes, este dispositivo vio la luz hace casi medio siglo. En 1956 la ciudad chilena de Antofagasta, en el desierto de Atacama, sufrió una gran sequía que la dejó sin agua potable durante semanas. El país entero se movilizó en su ayuda y hasta allí se desplazaron los mejores especialistas hídricos en busca de una solución. Uno de ellos fue Carlos Alberto Espinosa, investigador de la Universidad Católica de Santiago quien, con la ayuda de un jesuita y un ingeniero, instaló un primer panel fabricado con hilos de nailon. El dispositivo no llegó a resolver el problema –la mayor parte del agua se perdía– pero sirvió al menos para comprobar que la teoría era aplicable si se encontraban los materiales adecuados. Por si acaso, y aunque nadie más volvió a realizar el experimento, Espinosa y su equipo patentaron el invento en 1963 y lo cedieron gratuitamente a la Unesco.

Pocos años después, la científica sudafricana Mary Seely estudió las razones por las que algunas plantas del continente Africano pueden resistir temperaturas que, en ocasiones, superan los 60 grados centígrados. Y, para su sorpresa, descubrió que muchas aguantaban gracias al agua que lograban captar de la niebla. Su investigación se dirigió entonces al mundo animal y concluyó que muchos insectos de la zona, como arañas y escorpiones, sobrevivían sin problemas empleando el mismo procedimiento. El top tokee es un ejemplo. Cuando se forma la niebla, este coleóptero se sube a la cresta de las dunas y se queda quieto frente a la brisa con la cabeza hacia abajo, esperando a que la niebla, al tocar su cuerpo, se transforme en agua. Se forma entonces una gotita que se desliza despacio por su cuerpo inclinado hasta caer directamente en su boca. La lectura de los trabajos de Mary Seely puso sobre la pista a los investigadores, que se preguntaron: ¿Por qué no reproducir para los humanos este ingenioso sistema?

Dicho y hecho, a comienzos de los años 80 los científicos del Atmospheric Environment Service de Canadá perfeccionaron el invento de Espinosa al hallar el sistema para que las minúsculas gotitas de agua de estas nubes, que no caen por su gravedad debido a su escaso peso, pudiesen ser captadas en las redes atrapanieblas sin pérdidas significativas. Por fin, en i992, las primeras redes fueron colocadas en la aldea chilena de Chungungo, también en el desierto de Atacama.

Cuenta la historia que Chungungo era una de esas típicas caletas de pescadores que hay en el norte del país donde el agua potable vale más que el petróleo. Durante años, sus 400 habitantes la consiguieron comprándosela a los propietarios de la mina de hierro de El Tofo, situada a 40 kilómetros, que se la enviaban mediante camiones cisterna. Un día la mina cerró y los pescadores comenzaron a emigrar en busca de un destino mejor. Hasta que la campana les salvó en el último asalto de su supervivencia con la llegada de los científicos y su sencillo invento.

La zona está dominada por una neblina costera, llamada por los lugareños camanchaca, ideal para el objetivo de este sistema. Una década después, hay instaladas 85 atrapanieblas, con una producción mensual de 300.000 litros de agua, equivalentes al transporte de 30 camiones. Paralelamente, se enseñó a los campesinos técnicas de cultivo para sacar adelante sus pequeños huertos con poco riego. Muchos de los que emigraron regresaron al pueblo que, al crecer, fue también merecedor de los tendidos de luz eléctrica. Incluso ahora disfruta de jardines regados por un sistema de goteo.

“Ya sabemos muchas cosas sobre las redes. Pero ahora lo que más nos preocupa es mejorar su resistencia. Las chilenas duran una media de cinco años y las tuberías fabricadas con plástico, io. Pero tenemos que ver la forma de asegurarlas para que aguanten los vientos más fuertes. Porque, salvo esto, el mantenimiento es muy sencillo. Lo único que hay que hacer es procurar que el agua no caiga al suelo. Y en caso de que se rompa una red, una aguja e hilo son suficientes para repararla”, explica Vilho Snake Mtlent, encargado del mantenimiento de las instalaciones de la aldea namibia de Soutriver.

De momento, los topnaar siguen sorprendiéndose cada mañana cuando pueden dar de beber a sus cabras sin moverlas del corral. Atrapar la niebla ha dejado de ser algo mágico para ellos y empieza a ser una rutina. Ahora se preguntan: ¿Logrará el hombre blanco cambiar las dunas del desierto por árboles verdes? Para ellos cualquier milagro es posible.


fuente:http://www.elmundo.es/magazine/2003/180/1047057668.html

viernes, 18 de julio de 2008

LAS FIGURAS DE PROTECCIÓN AMBIENTAL


Parques Naturales de Canarias
- Archipielago Chinijo
- Corralejo
- Islote de Lobos
- Jandía
- La Corona forestal
- La Cumbre Vieja
- Las Nieves
- Los Volcanes
- Majona
- Pilancones
- Tamadaba
Parques Nacionales de Canarias
- Caldera de Taburiente
- Garajonay
- Teide
- Timanfaya


-->


QUÉ DISTINGUE A UN PARQUE NATURAL DE UNA RESERVA DE LA BIOSFERA Y UN PARQUE NACIONAL


PARQUE NATURAL Y PARQUE NACIONAL


Las diferencias son fundamentalmente administrativas, aunque con algún matiz:

Parque Natural: su gestión depende de cada comunidad autónoma (Consejería de Medio Ambiente correspondiente). Por tanto, se define como una figura de protección española que implica conservación de valores naturales y gestión de la comunidad autónoma. En la nomenclatura internacional se corresponden con los espacios de categoría II de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Parque Nacional: básicamente es igual que el anterior tipo de especio natural, aunque en principio los parques nacionales están menos transformados aún por la mano del hombre, y su singularidad debe ser de interés general para la Nación por ser representativo de los principales sistemas naturales españoles. En la nomenclatura internacional también se corresponden con los espacios de categoría II de UICN. Su gestión hasta el año pasado era desarrollada y coordinada por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (Ministerio de Medio Ambiente). Sin embargo, una Sentencia del Tribunal Constitucional, la nº 194/2004, de 10 de noviembre de 2004, estableció la necesidad de que la gestión de los parques nacionales se realice de forma exclusiva por las administraciones autonómicas. "Esto es bastante polémico, porque supone la desaparición del Estado Central en la gestión de estos espacios, y por tanto, la denominación de "nacional" y el interés para la "Nación" y "ecosistemas españoles" se queda sin fundamento, además del problema de la desaparición del Organismo correspondiente, de la gente que trabaja en él y, sobre todo, del problema añadido de los Parques Nacionales que se reparten entre varias comunidades autónomas, como, por ejemplo, los Picos de Europa", apunta Sergio Fernández.

Por tanto, se puede decir que el parque nacional es una figura de protección española que implica conservación de valores naturales y gestión del Estado Central. No obstante, esto ya está cambiando y el Parque Nacional de Aigüestortes ya lo gestiona íntegramente la Generalitat de Catalunya, así como los dos Parques Nacionales andaluces: Doñana y Sierra Nevada, cuya competencia es de la Comunidad de Andalucía. En el resto de los Parques Nacionales se está gestionando este proceso de transferencia de competencias. En la actualidad hay en España 13 parques nacionales.

OTROS: RESERVA DE LA BIOSFERA
Reservas de la Biosfera: La gestión también es de las comunidades autónomas, pero su origen es diferente. Son los gobiernos de cada país los que a través de los respectivos Comités Nacionales proponen los espacios a ser considerados Reservas de la Biosfera, y es el Consejo Internacional de Coordinación del programa internacional Hombre y Biosfera (Man and The Biosphere) de la UNESCO el que estudia estas propuestas y las aprueba en función del cumplimiento de una serie de requisitos. Entre estos se incluye la disposición de una zonificación adecuada, que debe seguir el siguiente esquema: Zona Núcleo, Zona Tampón y Zona de Transición, permitiendo diferentes tipos de actividades y con diferentes grados de protección en cada caso. "Esto se ve muy bien en el caso de Menorca o Lanzarote, ambas completamente declaradas reservas de la Biosfera. En el caso de Menorca la zona núcleo es el Parque Natural de Es Grau, las zonas tampón son zonas naturales y agrícolas bien conservadas repartidas por toda la isla y las zonas de transición del resto de la isla", explica Santiago Mancebo. Tras su declaración las Reservas de la Biosfera pasan a formar parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera, que integra los principales Espacios Naturales del planeta, quedando sometidas a la jurisdicción de los Estados en que estén integradas. Este programa Hombre y Biosfera (MaB, Man and the Biosphere) es el principal programa de la UNESCO para vincular la conservación del medio ambiente con el desarrollo sostenible. Para lograr precisamente una administración racional de los recursos de la biosfera, este programa se planteó de manera que incluyera la participación de las poblaciones humanas en sus proyectos de conservación de áreas y recursos naturales.


fuente:http://parquesnaturales.consumer.es/documentos/genericas/que_es/index.php